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Huir del calor: 7 destinos para viajar por carretera este verano
Si lo tuyo no es freírte al sol en la playa ni pasar las tardes encerrado con el ventilador a tope, estás en el lugar correcto. El verano no tiene por qué ser sinónimo de calor extremo. España está llena de rincones frescos donde dormir con manta en agosto no es una fantasía, sino una realidad.
Este macizo montañoso combina temperaturas suaves todo el verano con paisajes que parecen sacados de una postal: lagos glaciares, bosques frondosos, pueblos como Cangas de Onís o Potes, y rutas que huelen a sidra y queso cabrales. Ideal para senderismo, escapadas rurales y aire puro a más de 1.000 metros de altura.
Si buscas naturaleza en estado puro, aquí la encuentras: el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ibones de aguas cristalinas, cañones, miradores infinitos y pueblos tranquilos como Torla o Benasque. El clima es fresco incluso en agosto, y las noches invitan a dormir con manta.
Un secreto gallego que combina frescura, viñedos en terrazas imposibles, miradores sobre el Sil y monasterios escondidos en el bosque. Las temperaturas rara vez superan los 28 ºC y siempre corre una brisa que invita a perderse entre cañones y caminos medievales.
Bosques de hayas, volcanes dormidos, senderos sombreados y pueblos de piedra como Besalú o Santa Pau. Esta zona del interior de Girona ofrece un microclima húmedo y suave, ideal para quienes buscan verde, tranquilidad y un respiro del calor del litoral.
A solo dos horas de la capital, Gredos es un oasis de pozas naturales, gargantas de agua helada y cielos estrellados. Pueblos como Hoyos del Espino o Barco de Ávila se mantienen frescos incluso en los días más tórridos, con mínimas nocturnas que permiten dormir sin aire acondicionado.
Una joya del norte de Navarra donde los prados son intensamente verdes y la niebla matutina le da un aire casi mágico. El valle está salpicado de caseríos, bosques, ríos y pueblos con historia como Elizondo. El clima es suave, con máximas moderadas y frecuentes chaparrones de verano.
Albarracín es uno de los pueblos más bonitos de España, y su entorno natural no se queda atrás. La sierra está repleta de rutas entre pinares, nacederos y paisajes áridos pero frescos gracias a la altitud. Aquí puedes pasear sin agobios térmicos y disfrutar del silencio.
Llegar a estos destinos por autopistas de peaje es una forma cómoda, rápida y segura de viajar. En épocas de calor extremo, evitar retenciones y tramos lentos puede marcar la diferencia. Si cuentas con un VIA-T de Pagatelia, no tendrás que detenerte en los peajes: el dispositivo se activa automáticamente, y además es válido también en Portugal, Francia e Italia.
Este verano, huir del calor no solo es posible, sino recomendable. Hay destinos donde el verde sigue siendo verde, el aire es fresco y el verano se vive con más calma. Sube al coche, traza tu ruta y deja que el viaje te lleve lejos del bochorno y más cerca del bienestar.
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